Makinmanta, que en quechua significa “de las manos de”, retrata la maternidad en las comunidades kallawayas de Bolivia, rescatando la sabiduría ancestral de las parteras y su vínculo profundo con la tierra.
A través del testimonio de mujeres que se autodenominan “hijas de la tierra”, Makinmanta visibiliza una práctica cultural ancestral aún vigente en el altiplano boliviano. Esta experiencia, documentada en comunidades del territorio kallawaya, pone en valor el rol de las parteras tradicionales como transmisoras de conocimiento, cuidado y vida. Conectadas con la cosmovisión andina, estas mujeres representan una forma de atención materna profundamente ligada a la tierra, la espiritualidad y el saber comunitario.
Partería ancestral: un legado vivo
Las parteras kallawayas son reconocidas por su conocimiento milenario en medicina natural, rituales y acompañamiento en el proceso de gestación, parto y posparto. Esta sabiduría no solo responde a una necesidad médica, sino que refleja una cosmovisión integral, donde el nacimiento es entendido como un acto espiritual y comunitario. Las mujeres kallawayas no solo asisten partos, sino que cultivan una conexión íntima con la naturaleza y la energía vital que sostiene a sus comunidades.
Infancia y memoria: relatos visuales del nacimiento
Uno de los elementos más significativos de Makinmanta es la representación gráfica realizada por niños de las comunidades, quienes plasmaron en dibujos sus recuerdos del momento en que llegaron al mundo. Estas imágenes revelan no solo la importancia simbólica de las parteras, sino también la construcción de una memoria colectiva en torno al nacimiento y la maternidad. En cada trazo se refleja la gratitud y la ternura hacia quienes, con sus manos, dieron la bienvenida a la vida.
Una mirada cultural al cuidado materno en Bolivia
Makinmanta ofrece una oportunidad para reflexionar sobre las múltiples formas de cuidado materno que coexisten en Bolivia, en particular aquellas que emergen desde los saberes indígenas. En un contexto donde los sistemas de salud formales suelen invisibilizar las prácticas tradicionales, proyectos como este permiten recuperar voces y experiencias esenciales para comprender la riqueza cultural del país.
